PROVERBIOS CAPÍTULO 1
[(Reina-Valera 1960)]
1 Los proverbios de Salomón hijo de David, rey de Israel.
2 Para conocer sabiduría y doctrina,
para entender palabras prudentes,
3 para recibir el consejo de prudencia,
de justicia, de juicio y de equidad;
4 para dar sagacidad a los simples,
y a los jóvenes inteligencia y criterio.
5 Oirá el sabio, y aumentará el saber,
y el entendido adquirirá consejo,
6 para entender proverbio y declaración,
palabras de sabios, y sus dichos profundos.
7 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová.
Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
8 Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,
y no desprecies la dirección de tu madre;
9 porque adorno de gracia serán a tu cabeza,
y collares a tu cuello.
10 Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar,
no consientas.
11 Si dijeren: Ven con nosotros;
pongamos asechanzas para derramar sangre,
acechemos sin motivo al inocente;
12 los tragaremos vivos como el Seol,
y enteros, como los que caen en un abismo;
13 hallaremos riquezas de toda clase,
llenaremos nuestras casas de despojos;
14 echa tu suerte entre nosotros;
tengamos todos una bolsa;
15 hijo mío, no andes en camino con ellos,
aparta tu pie de sus veredas,
16 porque sus pies corren hacia el mal,
y van presurosos a derramar sangre.
17 Porque en vano se tenderá la red
ante los ojos de toda ave,
18 pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas
y a sus almas tienden lazo.
19 Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia,
la cual quita la vida de sus poseedores.
20 La sabiduría clama en las calles,
alza su voz en las plazas;
21 clama en los principales lugares de reunión;
en las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones.
22 ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza,
y los burladores desearán el burlar,
y los insensatos aborrecerán la ciencia?
23 Volveos a mi reprensión;
he aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros,
y os haré saber mis palabras.
24 Por cuanto llamé, y no quisisteis oír,
extendí mi mano, y no hubo quien atendiese,
25 sino que desechasteis todo consejo mío
y mi reprensión no quisisteis,
26 también yo me reiré en vuestra calamidad
y me burlaré cuando os viniere lo que teméis;
27 cuando viniere como una destrucción lo que teméis,
y vuestra calamidad llegare como un torbellino;
cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia.
28 Entonces me llamarán, y no responderé;
me buscarán de mañana y no me hallarán.
29 Por cuanto aborrecieron la sabiduría
y no escogieron el temor de Jehová,
30 ni quisieron mi consejo,
y menospreciaron toda reprensión mía,
31 comerán del fruto de su camino
y serán hastiados de sus propios consejos.
32 Porque el desvío de los simples los matará,
y la prosperidad de los necios los echará a perder;
33 mas el que me oyere, habitará confiadamente
y vivirá tranquilo, sin temor del mal.
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El capítulo 1 de Proverbios establece un tono clave para todo el libro, destacando la importancia de la sabiduría basada en el temor del Señor y advirtiendo contra las influencias negativas y las elecciones irresponsables. Se presenta un llamado a elegir sabiamente y a vivir una vida que honre a Dios y evite las trampas de la maldad. Los lectores modernos pueden aplicar este capítulo considerando la importancia de buscar sabiduría en sus decisiones diarias y evitar las trampas del mal. También se nos recuerda la importancia de rodearnos de compañías que promuevan valores y principios saludables.
Versos 1-7: La Fuente de la Sabiduría:
En estos versículos, se presenta al autor, Salomón, como el proveedor de estos proverbios. Se enfatiza la importancia de la sabiduría y el conocimiento en la vida diaria. El temor del Señor se establece como el principio fundamental de la sabiduría, lo que significa tener un profundo respeto y reverencia por Dios.
Versos 8-19: La Advertencia contra los Pecadores:
En esta sección, se advierte a los jóvenes sobre la influencia de los pecadores y las trampas de la codicia. Los pecadores intentan atraer a otros hacia el mal, ofreciendo ganancias fáciles y botín, pero el autor insta a no seguir su camino y a evitar caer en sus trampas.
Versos 20-33: La Llamada de la Sabiduría:
Aquí, la sabiduría es personificada como una figura que grita en las calles, buscando ser escuchada. La sabiduría ofrece su consejo y advertencias, pero advierte que aquellos que la rechazan enfrentarán las consecuencias de sus elecciones. Los que siguen la sabiduría encontrarán vida y seguridad, mientras que los que la desprecian enfrentarán la destrucción.
Temas Clave:
La Sabiduría Divina: El capítulo enfatiza la importancia de la sabiduría y el conocimiento, que provienen del temor del Señor. Se presenta la sabiduría como un recurso valioso para navegar por la vida de manera justa y sabia.
El Peligro de los Pecadores: Se advierte contra la influencia de aquellos que buscan atraer a otros hacia el pecado y la codicia. Se enfatiza la importancia de elegir cuidadosamente las compañías y no ser arrastrados por caminos destructivos.
La Llamada de la Sabiduría: La personificación de la sabiduría como alguien que llama en las calles refleja la urgencia de escuchar y seguir los consejos sabios. Se resalta la responsabilidad personal de buscar y aceptar la sabiduría.
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