Mi esposa está de cumpleaños…no sé qué decirle ni qué regalarle para evitar sentir que soy un “gran interesado”, ya que tengo ampliamente demostrado que todo lo que le regalo, ella lo multiplica y lo devuelve. Le di mi corazón y me regaló fuerza, aventura, montañas, ríos, cielos, hijos, hogar, felicidad… y el mejor regalo de todos…me acercó más a Dios.
Como dos grandes compañeros, caminamos por la vida conservando nuestras individualidades, trabajando en nuestros proyectos –personales y familiares- con puntos de intersección y divergencia. Siempre apoyándonos uno al otro. Hoy, sin duda, es un día especial, en la casa varios corazones palpitan por ella.
FIN
(Jorge Rohner Díaz Chavarría)