Hace unos meses -como familia- determinamos hacer un cambio de ubicación geográfica, con el propósito de mejorar nuestra calidad de vida. Dejamos la ciudad y nos trasladamos al campo. Desde que nos pasamos de vivienda, no he dejado de pensar en estas dos joyas que comparto: El libro de Séneca, “De la brevedad de la vida”, y el documental de Netflix “Minimalismo”. Ambas obras le han dado mucha paz a mi alma…
Puedo afirmar –lo que dice el documental- que cuando uno hace el ejercicio de simular que se traslada de vivienda, mediante empacar todo, y luego ir sacando, paulatinamente, sólo lo que necesita para vivir, quizá apenas alcance el 20% de las cosas que se han acumulado; el restante 80% son innecesarias.
De Séneca, son muchas las frases que uno puede tener presente, no necesariamente todas son tomadas de “La brevedad de la vida”.
La vida es como una leyenda: no importa que sea larga, sino que esté bien narrada.
En tres tiempos se divide la vida: en presente, pasado y futuro. De éstos, el presente es brevísimo; el futuro, dudoso; el pasado, cierto.
Necesitamos la vida entera para aprender a vivir, y también, cosa sorprendente, para aprender a morir.
No recibimos una vida corta, sino que nosotros la acortamos. No somos de ella indigentes, sino manirrotos
LAS POSESIONES
¿Quieres saber que es libertad? No ser esclavo de ninguna cosa, de ninguna necesidad, de ningún azar, reducir la fortuna a términos de equidad.
El que tiene mucho desea más, lo cual demuestra que no tiene bastante; pero el que tiene bastante ha llegado un punto al que el rico no llega jamás.
Compra sólo lo necesario, no lo conveniente. Lo innecesario, aunque cueste un solo céntimo, es caro.
Te diré cuál es el verdadero placer y de dónde viene: de la buena conciencia, de las rectas intenciones, de las buenas acciones, del menosprecio de las cosas del azar, del aire plácido y lleno de seguridad, de la vida que siempre pisa el mismo camino.
Un gran marinero puede navegar aunque sus velas sean de alquiler.
Cuando un velero no sabe a qué puerto se dirige, ningún viento es el adecuado.
FIN
(Jorge Rohner Díaz Chavarría)